Hace poco perdí a uno de los más maravillosos seres vivos,un pequeño gatito que creyó en mi y deposito su confianza para ser curado y encontrar un hogar;en vez de ello falleció por el acto despiadado de alguien más que sumado a malos cuidados de alguien más que quiso intervenir,solo terminaron por destrozarle la columna y sumergirlo en profunda agonía. Aún así,él seguía creyendo en mi y me dio su amor. No voy a poder olvidar sus hermosos ojos verdes llenos de inocencia y esperanza,no lo voy a poder olvidar nunca y estos días desde su ausencia me hacen sentirme terriblemente deprimida,pero es un dolor que ya pasó de las lágrimas de mi rostro a la herida directa en mi corazón,como toda muerte creo que primero insistí en negarla y apenas caigo en cuenta de que es cierto,dándole paso a la maldita resignación. ¿Porqué seres tan puros como tu tienen que marcharse por acciones atroces de otros?,¿porqué no pude verte antes?,¿porqué cuando solo estabas a unos días de ser adoptado y ca
Disponer de tiempo para nosotros siempre será una satisfacción.En esta ocasión me hice un espacio en la agenda y es un placer compartirles lo que esta puesta en escena me dejo para pensar. Lamentablemente su ciclo en cartelera terminó,escrita por Juan Bey e interpretada por Oscar Piñero,se trata de un monólogo totalmente revitalizado a lo que estamos acostumbrados a ver por otros medios o incluso en este dónde cada vez el teatro experimental gana terreno y sobretodo las personas se van adaptando a ser partícipes de ello y no sólo quedarse en el papel de espectadores siendo invitados a ser parte,sentirlo de verdad. Ahora bien,abordando la temática planteada: es una cadena de sensaciones,emociones y recuerdos ya que este personaje nos habla del cómo ve y concibe la vida dónde todos somos unos grandes mentirosos,sí, unos “hijos de la chingada” que no estamos dispuestos a reconocerlo porque “el otro/el de al lado” puede descubrirnos y entonces ya no seríamos las personas correctas,co